14/12/2020
PANDEMIA HA SIDO UN VERDADERO RETO, PERO SE HAN BUSCADO LAS FORMULAS PARA QUE ALUMNOS DE LA CÁTEDRA DE VIOLÍN DEL CENTRO EDUCACIONAL SAN SEBASTIÁN CONTINÚEN APRENDIENDO

14/12/2020
A pesar de ser día sábado el profesor Carlos Romero Vellanilla sigue cumpliendo el ritual sagrado de enseñar violín a sus pequeños alumnos que forman parte de la Orquesta Sinfónica del Centro Educacional San Sebastián de Panguipulli.

El maestro formado en el Conservatorio de Música de Venezuela ha cumplido 22 años de exitosa carrera profesional. Durante 17 años ha recorrido diversos países del mundo difundiendo como solista y en diversas orquestas el arte del violín.

Todos los músicos están claros que nada reemplaza la calidad de una clase presencial y personalizada, pero en Pandemia obligadamente se tuvo que recurrir a las lecciones vía online. Desde marzo a diciembre la evaluación es a favor del éxito, porque los niños no se desconectaron, ensayaron y aprendieron más.

Maestro, Carlos Romero Vellanilla.

En entrevista de El Diario Panguipulli.cl, el profesor de la Cátedra de Violín de la Orquesta Sinfónica del Centro Educacional San Sebastián, maestro Carlos Romero Vellanilla, reconoció que en su caso, "esto ha sido un reto, porque no soy la persona más experta en tecnología, yo soy de otra generación, de cuando había teléfono de disco2, y que "en el Centro Educacional San Sebastián, y en todos los lugares donde trabajo, mantengo la prima de que la clase para instrumento sí o sí debe ser presencial e individual, deben ser clases personalizadas, así lo siento y lo entiendo yo. Entonces, fue difícil acceder a la tecnología, porque hay niños que viven en el campo, y como la Internet no corre bien, desde el mes de marzo hasta hoy me he visto obligado a llamarles por teléfono y dar las clases de violín de forma instintiva".

Los violines de la Orquesta Sinfónica del Centro Educacional San Sebastián, agregó Romero, "en su gran mayoría se han mantenido activos, los hemos estimulado para que hagan y graben microconciertos para ser difundidos por Internet. La idea es que la gente vea y escuche lo que están haciendo. Claro que también ha sido una experiencia un poco agotadora, pero a la vez muy enriquecedora en lo humano", afirmó.

El profesor de la cátedra también dijo sentirse "feliz, porque los alumnos están conectados a la hora de su respectiva clase online, esa es una señal potente de que sí está interesado en aprender violín, y eso en lo personal, claro, que me gusta y lo agradezco. En un inicio tuve el temor que con el correr de la pandemia el ánimo de los niños fuera decayendo y eso afortunadamente no fue así", aseguró.

Finalmente, el profesor Romero dijo sentir que "los alumnos ven en la pantalla de sus teléfonos a un profesor que demuestra intereses hacia ellos. Y eso también pasa con el resto de los docentes como el de matemáticas, el de historia o de cualquier cátedra instrumental", concluyó.

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